Por Pablo Alfano - periodista-colaborador-
La contaminación con plomo, sobre todo entre los más pequeños, continúa su avance inexorable en Uruguay con el silencio de aliado, pese a que hace ya una década que se dispararon las alarmas cuando se divulgó el primer caso grave y arreciaron los reclamos ciudadanos.
El plomo ingresa al organismo por varias vías, principalmente la oral. 1 mg. diario durante 15 días basta para que aparezcan glóbulos rojos punteados. Se calcula que una persona absorbe diariamente el 50 % de la dosis necesaria para producir síntomas perceptibles, siendo así el margen de seguridad es muy estrecho. Al aumentar la cantidad de plomo, éste se va depositando en los huesos y otros puntos, como trifosfato plúmbico (en lugar de trifosfato cálcico), aumentando la contaminación y sin que por ello tenga manifestaciones clínicas Desde entonces las políticas de salud para combatir este mal han sido erráticas y poco efectivas, según expertos consultados . Tanto es así que algunas directivas del Ministerio de Salud Pública (MSP) van a contrapelo de las acciones que se toman en los países industrializados, acusan.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) admite como máximo "tolerable" 10 mcg/dl y cataloga al plomo como "una de las peores amenazas para la salud humana". El plomo está en el aire, en el suelo y en el agua. En el aire aún persisten sus efectos contaminantes, pese a que la monopólica firma estatal petrolera Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland dejó de producir gasolinas con tetraetilo de plomo a comienzos de 2004. Un ejemplo contundente en sudamerica ocurre en el agua potable que se consume en Uruguay, donde está presente porque buena parte de las cañerías por las cuales se distribuye aún son de plomo. El suelo también es contaminado por las fábricas de pinturas y de baterías, por las fundiciones y la industria metalúrgica. Hasta la actividad de los talleres donde se remueve con pulidoras eléctricas el color de los automóviles representa un riesgo. Existe un pequeño aparato portátil, conocido como Leadcare, que con un leve pinchazo en un dedo (similar al análisis de glicemia) brinda una muestra bastante fiel de la cantidad de plomo en la sangre en pocos minutos.
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