Una información difundida esta semana recogía denuncias de organizaciones vinculadas con la práctica de la Otorrinolaringología acerca de que la normativa (promulgada en 2001) no se cumplía en el 60% de los casos.
Los especialistas consultados aseguraban que la razón por la que los hospitales no cuentan con estos equipos no es su costo (de 3.000 a 6.000 dólares) sino que su uso exige contratar y capacitar a un equipo de profesionales. Así como el valor del mantenimiento y reparación de los mismos, todos de origen extranjero.
Así es que ya se encuentran en el mercado un audímetro de barrido portátil y una lámpara de hendidura, para detectar precozmente dificultades en la audición y visión, respectivamente.
Según el INDEC, hay más de 500.000 personas afectadas con alguna disminución auditiva. Y las tareas de prevención se realizan a través de la determinación de cada caso por parte de los otorrinolaringólogos, utilizando las herramientas e instrumental adecuado, entre las que se incluyen los audiómetros.
Dado que muchas personas no pueden acceder a estas tareas de prevención y estudio y por ende quedan sin diagnóstico, desde el instituto pusieron a disposición un dispositivo de fabricación nacional económico, confiable, de bajo costo de mantenimiento y portátil, para ser utilizado en diagnósticos preventivos simples, aplicables a la mayoría de la población.
"Las leyes son progresistas y están bien planteadas, pero lo cierto es que en el país estamos bastante desamparados en todo lo que respecta a electro medicina", aseguró Cruder, quien destacó que a partir de tener equipos nacionales y que lleguen a todos cobra sentido su trabajo de "conocer la tecnología para dar respuestas a la ciudadanía".
Tras los pasos del otoemisor, los técnicos del INTI trabajan -con una pyme especializada del sector y profesionales de la Universidad Nacional de La Plata- en el desarrollo y producción en el país de un aparato llamado "otoemisor "que se utiliza para la revisación y el diagnóstico precoz de problemas auditivos, que es muy caro "porque se importa"."Este aparato marca si una persona escucha o no sin que elpaciente deba contestar o hacer alguna señal, como en el caso de la audiometría convencional, lo cual es inviable en el caso de los bebés", explicó el diseñador industrial.
texto- mónica de biasi- periodista-colaboradora